Ayer me levanté temprano y actualicé mi agenda antes de salir de casa. También aproveché para contestar algunos correos y poner unas tareas en el gestor de proyectos colaborativo que comparto con mis compis de trabajo. Salí en coche del garaje y me dirigí por la Gran Vía a la oficina, parando a poner gasolina y a sacar dinero en un cajero. Con el primer café y ya delante del ordenador, seguí con el proyecto que llevo entre manos, dejando todo listo en el sistema de almacenamiento en la nube del que disponemos en la empresa. Salí a comer con una amiga y ella nos hizo una foto con su smartphone. A punto de subirla a una red social le paré los pies… eh, que yo no quiero que nadie se entere de lo que estoy haciendo. Pero serás ingenua —me espetó mi amiga—¿crees que de todo lo que has ido haciendo hoy no ha dejado huella? Y entonces pensé en los pagos con tarjeta, las cámaras de la calle, los correos, la agenda en la nube… y todo lo demás. No es que entonces dejase subir la foto a mi amiga a la red social (que no), pero me hizo reflexionar. Soy una persona discreta, y sin embargo mi vida la tienen archivada unos desconocidos. Hoy os invito a reflexionar, y a visitar la exposición que plantea todo esto: Big Bang Data, en el CCCB.
De qué va la exposición Big Bang Data
Nos hemos habituado tanto a tener una pantalla en las narices que no nos hemos planteado que hay «detrás». ¿Dónde van las fotos que «subimos»? ¿Quién puede leer mis correos más allá de mi destinatario? ¿Qué es «la nube»?
No hemos venido a padecer a esta exposición, pero sí está muy bien plantearse que vamos dejando un rastro digital cada día y que esa huella se almacena.
La nube no es un concepto poético y abstracto. No es para nada inmaterial. La nube es un conjunto de servidores con más discos duros de los que alcanzarías a imaginar. Allí está tu agenda, las tareas que compartes con tus colegas del trabajo, tu lista de recordatorios… lo que vas hacer mañana y lo que has hecho los últimos… años?
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Tu vida en fotos, tus reflexiones en blogs, tu estado de ánimo, tu perfil social, tu perfil personal. Todo son datos y todo es almacenable desde que los datos ocupan poco y en los lugares de almacenamiento cabe mucho. Pero no nos pongamos dramáticos, ya he dicho al principio que no veníamos a padecer, y en la exposición encontrarás instalaciones curiosas como la comparación de almacenamiento entre un pen drive y el ADN humano, o carteles que exhiben una película partiendo de los miles de fotogramas que la componen (¡juega a averiguar cuál es!) y entenderás que formar parte de una estadística puede no estar del todo mal…
Nuestras recomendaciones si visitas la exposición Big Bang Data
Ve a la exposición con tiempo, para detenerte en todo aquello que te interesa. La exposición se ve en media hora, pero puedes alargar este tiempo interactuando con la exposición.
Llévate un lector de códigos QR para acceder a información extra, en este caso ideas que te harán reflexionar.
Déjate los prejuicios en casa. La exposición no pretende juzgar. Está muy bien que compartas tu vida en una red social, pero está igual de bien que sepas dónde se almacena todo aquello que compartes. Porque se almacena, no lo dudes.
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