Desde pequeña he tenido una relación especial con las personas con discapacidad y quienes trabajan con ellos, ayudándoles a que su autonomía y calidad de vida sean lo mejor posible. Mi hermana es maestra en un colegio público de educación especial y no puedo sino alabar su dedicación y la de todos sus compañeros -psicólogos, educadores, celadores…-. Una profesión totalmente vocacional que me ha enseñado que la vida es diversa y que no todo es blanco o negro, bueno o malo. Existen los matices y en esto de las capacidades físicas e intelectuales de las personas, los matices son infinitos. Por eso me gusta descubrir que, más allá de hacer donaciones millonarias a grandes organizaciones solidarias a lo Bill Gates -que también está muy bien, ojo!- hay otras formas de ayudar a las personas que más dificultades tienen para llevar una vida normal en esta sociedad cada vez más exigente. Hortitec es una empresa de horticultura que vive la vida a otro ritmo, sin preocuparse tanto de la productividad de sus empleados como de ayudar a los demás. Y como la solidaridad hoy en día es un bien excaso, hay que darle visibilidad y apoyo. En este video podéis ver cómo trabajan las personas del centro ocupacional de adultos La Salut, envasando productos de Hortitec para sentirse más útiles e integrados.