Hay un par de generaciones que no podemos evitar, de vez en cuando, lanzarnos a cantar con una sonrisa ese himno ochentero que empieza con aquello de «… y creo que he bebido más de 40 cervezas hoy…» Ya sabéis cómo sigue. Pues resulta que últimamente me acuerdo mucho del inolvidable tema de los Toreros Muertos gracias a un concepto sobre el que estoy leyendo bastante: la depuración de aguas residuales urbanas y su aprovechamiento como agua de regadío en cultivos para consumo humano, explotación de bosques, jardines o campos de golf.Porque si os acordáis (y estoy absolutamente segura de que sí), la letra de la canción seguía a esa ‘agüita amarilla’ en su recorrido por las tuberías, las alcantarillas, los ríos y los campos. En mi preocupación por la sequía que estamos sufriendo este año, me ha dado por leer artículos sobre el ahorro de agua y la reutilización del agua que desechamos. Y he descubierto que el uso de las aguas residuales urbanas para regar cultivos agrícolas se ha generalizado durante las últimas décadas, especialmente en las zonas áridas y semiáridas, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados.
Así es, los Toreros Muertos eran unos visionarios. La escasez de lluvias que asola el planeta desde hace tiempo, provocando la desertización de muchas zonas, hace que los científicos y los ingenieros se estrujen el cerebro en busca de soluciones de aprovechamiento del agua que desechamos, que no es poca. Para ello, existen las depuradoras de aguas residuales, que someten nuestros desechos a una eficaz depuración con el fin de hacerlas aptas para el regadío, tanto de cultivos para el consumo humano, como de extensiones de explotación maderera, también conocida como silvicultura.
Reuse, reduce and recycle
Europa, Estados Unidos, México, Australia, China, India y Oriente Próximo se apuntan a esta práctica ecológica. En China, por ejemplo, más de 1,33 millones de hectáreas, tierras de cultivo en su mayoría, se riegan con aguas residuales. La red de aprovechamiento de aguas residuales más grande del mundo es la de Ciudad de México (90.000 hectáreas de regadío) y en la mayoría de las ciudades del país cuentan con sistemas de depuración de aguas residuales, las llamadas ‘aguas negras’. Y si buscamos un ejemplo más primermundista, en California un 8% del volumen total de las aguas residuales urbanas que se produce, se utiliza para la agricultura y el riego de espacios verdes (campos de golf, jardines y arbolados de carreteras). Varios ejemplos de que la depuración de aguas residuales puede ser un aliado para conservar nuestro planeta.
Beneficios de la depuración de aguas residuales para el riego
Estos son los principales beneficios de la depuración de aguas residuales urbanas para el riego:
- Tratamiento y eliminación de las aguas negras con bajos costes y de forma inocua
- La conservación del agua y la reposición de las reservas freáticas en las zonas más áridas del planeta
- La utilización de los nutrientes de las aguas residuales con fines productivos -ya sabemos cuál es el mejor abono-
Como veis, hay muchas formas de contribuir a la preservación del medio ambiente, y algunas como esta, no precisan ni que nos levantemos del sofá… o de otros lugares de la casa. ¿A que ahora la letra de ‘Mi agüita amarilla’ ya no te parece tan tonta?