Tengo una amiga que dice que veo cine «raro». Yo me he pasado media vida justificando que no, pero cada vez que empezaba a contarle lo último que había visto me oía a mí misma desde fuera diciendo «no, ésta no era rara, es la historia de un ejecutivo chino con un hermano retrasado que vuelve a su pueblo de la infancia…» en este punto las dos nos echábamos a reír y cambiábamos de tema. Porque mi amiga y yo somos muy amigas, y a las dos nos gusta el buen cine y los buenos libros, pero nuestros gustos son dispares. Pues bien, amiga S., aquí va otra de mis películas raras: Searching for Sugar Man, la película cuyo argumento, que no es raro 😉 cuenta las peripecias de un grupo de personas por encontrar a un músico que desapareció y del cual circulan leyendas increíbles. Esto no es un spoiler, es lo que sabes a los 5 primeros minutos de película.
Yo tuve la suerte de no saber prácticamente nada de la película. A veces hago verdaderos esfuerzos por huir de conocer detalles de las películas que quiero ver, y eso es difícil, porque como he contado en otros post sobre cine, soy muy seguidora de Tentaciones, de Desirée de Fez de Twitter y de la app de Fotogramas. Es este caso conseguí no saber nada absolutamente, y descubrí la película por mí misma, paso a paso. Eso sí, yo sabía que el cartel incluía varios «laurelitos» (premios del Festival de Cannes) que siempre es un buen reclamo para mí.
Por qué defiendo que Searching for Sugar Man, la película no es rara
Yo sé que podría decirle a mi amiga S. que lo que cuenta Searching for Sugar Man no es raro, es sólo la búsqueda de un hombre, de un mito, de un músico. Una historia de personas, sin efectos espectaculares. Pero entonces ella la vería (somos amigas) y me llamaría a mitad y antes de descolgar ya nos estaríamos riendo. Pero es que en Searching for Sugar Man no se habla de nada más. ¿O sí?.
En Searching for Sugar Man, la película habla de honestidad, de perseverancia, la verdad y la mentira, la música y las compañías discográficas, marginalidad, familia, amigos, la humildad, la miseria, el éxito,… Searching for Sugar Man te da una visión global del mundo, de las personas. Es una película de personas. Lo raro sería hablar de clonar caracoles para crear un arma nuclear secreta que descubrirá un hombre al que borraron su pasado… y sin embargo estos argumentos nos los tragamos sin gaseosa y nos encajan perfectamente. Parece que una película sin efectos especiales no es película hoy en día, y Searching for Sugar Man los tiene, pero no para las explosiones.
Los efectos especiales de Searching for Sugar Man
Parece una película rodada cámara en mano, un montaje sencillo, un argumento lineal. Sin embargo nada de esto es cierto. La película destapa sorpresas para aquél que se mete de lleno, los efectos especiales aparecen y se esfuman, pero en este caso los efectos especiales no son para explosiones. Esas salidas del lenguaje con el que se cuenta esta película, enseñan una ciudad a través de una maqueta que no captas que lo es, las personas se convierten en personajes: los personajes son figuras animadas. Se mezcla realidad y recuerdo, como se mezclan técnicas artísticas. En ocasiones los efectos especiales nos invitan a soñar, como ocurría en aquellas películas breves de principios de la historia del cine, bajo el ingenio creador de Georges Melies («Las películas tienen el poder de capturar los sueños «) y todo el rato tocas tierra. Es una película honesta, directa, no se entretiene en «entretener» sin más.
La banda sonora, la imprescindible música de Sixto Rodríguez
En cuanto empezó la película sabía que me iba a gustar. Es lo que me ocurre a veces con el diseño de los títulos de crédito, algunos ya te crean una buena sensación, te predisponen a lo que va a venir. En este caso fue la primera canción, hay algo en ella que te mece, que te atrapa, mientras la oía empecé a sentir esa buena sensación. Os invito a oírla, como antesala de la película:
Y no os pongo el trailer; es de esos que te cuentan toda la película… pero lo que hay que ver es la película, y descubrir paso a paso quién era ese hombre que cantaba «Sugar man…»
Y vosotros, ¿sois de cine raro?
Me encanto Searching for Sugar Man. Primero me paraba un poco el formato documental, pero desde el enseguida me creo un interés especial por ese hombre… No quiero contar más. 😉
Muy buena la reflexión sobre el «cine raro»
Ay, ay, tú has dicho la palabra que yo he evitado citar todo el post. «Documental», ahora fijo que ya no la ve nadie! Y tengo que darte la razón, la curiosidad es una baza importante en Searching for Sugar Man, hace que quieras tirar del hilo…
Gracias Nikana, me alegro de que te haya gustado mi reflexión. Nos vemos por aquí
Nena, casi casi me has convencido, pero creo que te estaría llamando cada dos por tres para preguntarte: ¿Qué quería decir cuando ha dicho eso? o bien: Vale, vale, pero ¿cuándo sale algún tío bueno? ja,ja,ja.
Mejor en nuestra próxima cenita me la cuentas y yo te contaré la última temporada de Spartacus, que también es bastante rara según se mire ; )
Muchos besos.
Tu amiga S.
Pues amiga «S» que sepas que TAMBIÉN estoy siguiendo la última temporada de Spartacus, que no sólo de cine independiente vive mi alma, también tengo que satisfacer a mi «cuerpo», je, je… Gratitud 😉
Pues habrá que hacer una quedada para comentarla con pelos y señales…y cervecita 🙂
Pues creo que es de los mismos guionistas!! … o no?
no recuerdo…
;))
Si, de esa y de True Blood, no te digo! Aquí seguro que hay algo que «S» quiera aportar… venga nena, que esto se calienta!
True Blood, ¡¡Es mencionar True blood y me pongo nerviosa!! Sólo un par de nombres para que las no iniciadas busquen imágenes en Google si están indecisas por ver «otra de vampiros»
Alexander Skarsgard y Joe Manganiello.
Notedigomás ; )
[…] sé, sólo sé lo que me gusta y lo que no; como en el vino, como en el cine (lo sé, me gusta el cine raro). Y aunque sé que no voy a descubrir a Paco Roca a nadie -Premio nacional de Ilustración, autor […]