Existen dos grandes mentiras entre los españoles en torno a la televisión. La primera es que todos vemos los documentales de La2, y la otra es que ya no vemos la tele. Yo defiendo en lo que a mí respecta las dos grandes mentiras. Desde hace años la primera, y desde anoche la segunda: ya no voy a ver la tele, anoche descubrí el canal de Vimeo. El trayecto hasta ese canal fue muy fácil. Nada en la tele pública, nada en mi iPlus que me motivase… y un paseo por los menús del Apple TV. Llegas a Vimeo y ves calidad allá por donde navegues, no sólo visual sino también de contenido. Anoche me lo demostró con el corto The Film before The Film en Vimeo.
¿Qué es The Film before The Film?
The Film before The Film me atrapó desde su imagen estática con ventanas de mil colores. Cada ventana representa los créditos de una película, porque The Film before The Film habla precisamente de eso, de la película que se nos muestra «antes» de la película que íbamos a ver. Es cierto que en ocasiones los créditos no son más que una sucesión de nombres sobre un fondo negro (como en las películas de Woody Allen), pero en otras los créditos hacen las veces de obertura como en un concierto, dando pinceladas sobre el género de la película, su estilo, incluso enseñando algo del contenido sirviendo de introducción. En este pequeño documento que es The Film before The Film, salté con el narrador de década en década desde los inicios del cine, me dejé impresionar por sus imágenes. Supe cómo la tecnología posibilitó composiciones inimaginables y la ausencia de ella explotó el talento de sus diseñadores. Y en todos los casos, el resultado fue una lección de estilo.
Anoche morí de placer disfrutando de los créditos de las películas de Hitchcock (Vértigo, Con la muerte en los talones,…) del indiscutible maestro de este arte que fue Saúl Bass, los de 007 de Maurice Binder tan transgresores en cada época y tan vintage vistos en la distancia. Me sumergí en extrañas atmósferas impresionada por trabajos más actuales como el caso de Los Vengadores o Skyfall, con su dominio de las texturas y el 3D, y su capacidad de sugestión y emoción… Y todo eso, sin ver la televisión 😉
[…] cuanto empezó la película sabía que me iba a gustar. Es lo que me ocurre a veces con el diseño de los títulos de crédito, algunos ya te crean una buena sensación, te predisponen a lo que va a venir. En este caso fue la […]
[…] dejo los créditos de la serie. Son muy buenos, porque cumplen su función como créditos tanto que a mí no me gustaron nada la primera vez que los vi, me molestabam esos primeros […]
[…] me gustó desde el minuto uno. Y no es una forma de hablar: los créditos son de 10, perfectos para su función. Y a partir de ahí, te […]