Me gusta descubrir oasis en la ciudad. Cuando encuentro uno, me escondo dentro y disfruto de la desconexión del ritmo acelerado que se vive fuera en la calle. No todos los oasis tienen plantas, la mayoría de ellos tienen sofás, buenas copas y música ambiental bien seleccionada. Esos son mis oasis preferidos, y el otro día descubrí uno en pleno centro de la ciudad: La Casa Blanca en Valencia. Cierto es que había pasado cientos de veces por la puerta, pero el otro día se me ocurrió mirar su fachada en toda su altura. Ví las luces tras los ventanales, ví los sofás, y entré.
La Casa Blanca es un edificio estrecho de estilo clásico que se sitúa en la parte peatonal de la C/ Ruzafa, en pleno centro de Valencia. Si, es una casa blanca, y tiene 3 alturas con ambientes diferenciados: la planta baja es un cocktail-bar donde los camareros preparan las bebidas más curiosas, las dos plantas siguientes son salas con sofás y sillones (Silver Room y Golden Room), y la tercera un comedor privado que puedes reservar.
Yo estuve pasando la tarde en la primera planta, la Silver Room. Llegué con más gente y nos sentamos junto a la ventana. En realidad, yo me senté «en» la ventana, ya que han acomodado unos almohadones en la repisa y el sitio es privilegiado: fuera, en la calle, la gente pasa agobiada; dentro la música me envuelve mientras abro la carta para elegirme un cocktail… La carta de La Casa Blanca en Valencia es una pasada. El gran protagonista es el gin tonic: secos, especiados, florales… páginas y más páginas de combinaciones absolutamente exóticas. ¡Es difícil elegir! Y luego de los gin tonic vienen otros combinados, algunos con nombres tan vistosos como El Santo o Harvey el Cariñoso… Otras opciones son las bebidas sin alcohol, o la posibilidad de pedir una copa de cava o de agua de Valencia (súper-recomendable para los foráneos, no os vayáis de la ciudad sin probar nuestra mejor «agua»). Y si con todo esto no te he convencido, déjate seducir por la sugerencia del mixólogo, que cambia cada día.
Volvamos a la Silver Room. Mesas bajas, sillones y sofás formando grupos, y decoración en plata para los detalles: espejos, candelabros… todo con un aire vintage, bien seleccionado. La Golden Room, en la planta superior, le da la réplica en dorados. Nos consta que La Casa Blanca en Valencia es un lugar concurrido de noche, y no nos extraña después de ver trabajar a los barman entre cocteleras.
Los combinados y cocktails de La Casa Blanca en Valencia
Los resultados son espectaculares al paladar y a la vista. Los gin tonics en copa de balón, cargados de hielo del tamaño justo (no puedo con los cubitos tamaño «gasolinera»), con hojas, especias y suaves tonos de color… Y los combinados, con esos degradados tan llamativos y la decoración tan acertada: fruta, ramas de apio, mmmh…
Volveremos seguro a este club tan chic, que nos dejó tan buen sabor de boca. Ya tenemos otro oasis donde escondernos en la ciudad. Igual nos vemos por allí…
La Casa Blanca. Paseo de Ruzafa, 10. Valencia
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