Hoy voy a contaros un cuento. En realidad 3 cuentos, que tienen como punto de conexión París. Al final hay una sorpresa, que no os puedo desvelar, porque es chula cuando has leído los 3 cuentos… Vamos a por el primero.
El cocinero despistado
Érase una vez un cocinero muy importante. Tan importante que era maestro de otros cocineros. Un día de clase, al preparar un chocolate blanco al baño María olvidó apagar el fuego, y el chocolate blanco se volvió rubio. ¿Rubio? Sí, había nacido una nueva variedad de chocolate en el reino de las 3 únicas variedades conocidas: negro, con leche y blanco. Tras 8 años de pruebas y más pruebas, el cocinero, que nunca más volvió a ser despistado, consiguió una receta para elaborar tabletas y habas de chocolate Rubio para que todos los habitantes del reino pudieran conocer y utilizar en sus cocinas la nueva deliciosa variedad. Y lo llamó Dulcey.
El matrimonio francés que se fue de Francia
Philippe e Isabelle eran una pareja feliz y muy francesa. Philippe, dedicado a sus negocios, dedicaba cada día una hora a pensar cómo hacer que toda la ciudad conociese las fabulosas recetas de Isabelle. Pero París era muy grande, y hacía mucho frío para repartir dulces y panecillos en su triciclo. Se asomaron a Inglaterra, pero la lluvia aparecía cada día poniendo nubes grises a su futuro. Cuando Isabelle le dijo que esperaban mellizos, Philippe lo tuvo claro: buscarían una ciudad pequeña, donde el sol brillara cada día, y vivirían allí los cuatro, dando a conocer a sus habitantes las recetas francesas de Isabelle. Y la ciudad elegida fue… Valencia.
La Sra. París y El Parisien
Era una señora muy elegante de apellido no menos elegante que vivía en una calle muy larga, tan larga que daba la vuelta entera a la ciudad. Un día que venía muy cansada de comprar el pan (¡la panadería estaba muy lejos!) vió que habían abierto una nueva tienda justo debajo de su casa… ¡que olía a pan! Pero no a un pan cualquiera: pan de nueces, pan de aceitunas, pan de queso… Miró con curiosidad el rótulo de la tienda, que aún lo estaban colgando, y entre las manos de los hombres que lo sujetaban pudo leer «París…». ¡Qué ilusión, era su propio apellido! Y qué ilusión otra vez, porque iba a tener los panes más ricos muy, muy cerca de su casa en… El Parisien.
¿Os han gustado los cuentos? Pues ahora viene lo mejor. Porque todos estos cuentos no son inventados. Estas 3 historias se dan la mano el día de hoy, en que El Parisien presenta en Valencia nueva variedad de chocolate de la maison Valrhona: el chocolate rubio Dulcey. Isabelle y Philippe, propietarios de El Parisien, han sido los anfitriones ideales para presentar este dulce ingrediente y las aplicaciones que con él han realizado sus chef: tabletas en 2 formatos, bolsitas con habas para fundir, y un tronco de Navidad. Entre copas de champagne y frivolidades saladas y dulces, primero Philippe y luego Isabelle nos han contado los dos primeros cuentos. Y el tercero lo he añadido yo, que soy la auténtica hija de la Sra. París.
El Parisien abrió su primer local en el año 2007 en la calle Guillen de Castro de Valencia. Una cafetería con productos de horno y pastelería artesanales al más puro estilo francés. Materias primas de excelente calidad unidos a una conciencia ecológica: esa es la base de sus recetas, que son innovadas continuamente gracias a la inquietud y buena labor de sus chef. En El Parisien los croissants son crujientes, los panes especiales sabrosos y los pasteles una delicia. La fábrica de chocolates Valrhona, proveedora de la marca por sus excelentes coberturas y la calidad de sus cacaos, trajo una novedad en 2012 con la creación de la cuarta cobertura de chocolate: el chocolate rubio Dulcey.
Esta nueva variedad, conseguida tras 8 años de investigación tras el «despiste» del cocinero Frédéric Bau, ofrece un nuevo sabor menos dulce, con notas de galleta y un punto de sal. De aspecto y textura acaramelada, esta cobertura va a ser la base de los troncos de Navidad que se venderán durante estas fiestas en los locales de El Parisien. También podremos encontrar Dulcey en tabletas y en habas para fundir. Si tienes curiosidad por probar este nuevo sabor, te recomendamos que te acerques a uno de los locales que han proliferado por la ciudad y pruebes una de las raciones individuales tipo pastelillo de su troncos de Navidad. El juego de texturas es sublime, mmmh…
Locales de El Parisien en Valencia
- C/ Guillem de Castro, 63 – Valencia
- C/ Salamanca, 2 – Valencia
- Avda. Barón de Cárcer, 22 – Valencia
- Corts Valencianes, 4 – La Eliana (Valencia)
Seguiremos al tanto de las aventuras de Philippe e Isabelle, que ya tiene su mirada puesta en Madrid y Marbella para sus nuevos locales. Desde Hoy Te recomiendo, gracias a ambos por esta velada tan agradable y… ¡deliciosa!
¡Me encanta! Me han encantado los cuentos y me encanta El Parisien. Los mejores macarons que he probado. Los mejores croissants de mantequilla y unos panes para enviar a la porra las dietas.
No me pierdo probar esta nueva maravilla en Navidad.
Un beso.
Uau! Los macarons… a mí no me gustaban los macarons hasta que probé los de El Parisien, en concreto el de frambuesa y el de vainilla. ¡Riquísimos! Y los troncos de navidad que quieres probar ni te cuento, a parte del de Dulcey que cuento en el post, tienen uno 3 chocolates y otro exótico con piña… es difícil elegir 🙂
Ya nos contarás… besos!