Ahora que se acerca la primavera, y que dentro de nada tendremos a nuestros peques trasteando en casa de vacaciones de Semana Santa, queremos recomendaros una excursión a un paraje natural sencilla, asequible, en la Comunidad Valenciana muy cerquita de Valencia: la ruta de los puentes colgantes de Chulilla. Espectaculares puentes de hasta 15 metros de altura sobre el río Turia, atravesando un imponente cañón natural con paredes verticales de más de 80 metros, son los atractivos irresistibles de esta ruta apta para pequeños aventureros.
Mi afición por el senderismo rozó su cénit hace cinco años, cuando culminé algunas de las rutas más bonitas y duras -para mi nada envidiable forma física- del Pirineo Oscense, como la de los Ibones Azules o el Ibón de Sabocos. Ahí terminó, al menos temporalmente, mi ambición por hacer cima. ¿La razón? La irrupción en mi vida de dos seres que no levantan más de un metro del suelo, y su insistente manía de acompañarme a todas partes. O lo que es lo mismo, tuve hijos y dejé de subir montañas.
Sin embargo, esto no quiere decir que no pueda seguir caminando por el monte. Y es que hacer rutas asequibles con niños es ahora mi nueva obsesión. La última que hemos hecho en familia: la ruta de los puentes colgantes de Chulilla. A pocos kilómetros de Valencia y llena de retos para niños amantes de la aventura.
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¿Quién puede hacer esta ruta?
Antes de venirnos arriba y plantarnos el portabebé con nuestro hijo de 1 año a cuestas, debéis saber que la ruta de los puentes colgantes de Chulilla, aunque es fácil, requiere mucha precaución y control del cuerpo. Esto quiere decir que no podéis dejar a vuestros hijos pequeños correr a su libre albedrío por los puentes, ya que la altura es considerable y, a pesar de ser seguros, no están exentos de cierto peligro.
Dicho esto, la excursión se recomienda a partir de seis años y, como os cuento, siempre con precaución. Hay tramos que incluso nos dan respeto a los mayores, pero cualquier persona que no padezca de vértigo extremo puede hacer la caminata; siempre que vaya bien equipado con calzado de montaña que no resbale, y mucha protección solar, gorra y gafas de sol, ya que no encontraremos muchas sombras en las que resguardarnos a lo largo de casi toda la ruta.
Asimismo, y por el tema de la insolación, no es recomendable recorrer la ruta de los puentes colgantes de Chulilla en pleno verano. También os animamos a intentar ir entre semana, evitando así la masificación que se produce los fines de semana en una zona bastante turística.
dónde empezar la Ruta de los puentes colgantes de Chulilla
Una vez llegamos al municipio de Chulilla, a unos 60 kilómetros de Valencia (menos de una hora de trayecto), tenemos que encontrar el comienzo de la ruta, continuando por la carretera CV394 y nada más pasar el albergue turístico «El Altico». Para tenerlo bien claro, lo mejor es poner en tu Google Maps el marcador «Chulilla comienzo sendero». Así no fallarás ni te perderás dando vueltas alrededor del pueblo. Y, si lo prefieres, puedes dejar el coche en un Parking especialmente habilitado para hacer la ruta de los puentes colgantes de Chulilla que está un poquito antes del comienzo de la misma.
Este sendero que da comienzo a la excursión, también conocida como Ruta de los Calderones o Senda de los Pantaneros, nos lleva al Mirador Compuertas, donde podemos hacer una parada para ver las vistas al Charco Azul y al cañón del Turia. Un poco antes de llegar al puente que cruza el río, encontraremos unas interesantes pinturas rupestres (como veis, ¡a esta ruta o le falta de nada!) Continuando la senda llegaremos a unas escaleras que nos conducen hasta el primer puente colgante. ¡Que empiece la diversión!
¿Cómo son los puentes?
Se trata de dos puentes que fueron reconstruidos en el año 2013. Son, por tanto, bastante recientes. Sin embargo, su historia se remonta a la época franquista, los años 50, con la construcción del cercano a la presa del embalse de Loriguilla. De ahí la denominación de «ruta de los Pantaneros». Resulta que los trabajadores del embalse vivían o se alojaban temporalmente en Chulilla, y para hacer más corto el trayecto desde este pueblo de la comarca de Los Serranos hasta el pantano, construyeron dos puentes: uno colgante y otro fijo, que sirvieran para sortear la distancia del cañón del río Turia.
Sin embargo… en 1957 llegó la desgracia. La riada devastadora que asoló la ciudad de Valencia ese año también se llevó por delante los dos puentes, que no fueron reconstruidos hasta 2013. Hoy en día es uno de los parajes turísticos más visitados de la provincia. Y no es para menos.
El primero de los puentes está a una altura de 15 metros sobre el río, con unas vistas impresionantes y una longitud de 21 metros. Mientras que el segundo, a pesar de estar a menor altura (5,5 metros) también es bastante largo: 28 metros de pasarela. ¡Mejor no pensarlo si tienes miedo a las alturas! Además de los puentes, la ruta transcurre por pasarelas con barandilla ancladas a la roca que permiten disfrutar de toda la belleza del imponente cañón, cuyas paredes en ocasiones alcanzan los 80 metros de altura.
Características técnicas de la ruta de los puentes colgantes de Chulilla:
- Ruta lineal por senda
- Desnivel: 324 m.
- Duración: 2h. 30 min. aproximadamente, ida y vuelta (la ruta no es circular)
Para más info, visitad la web de Chulilla, y no os perdáis este vídeo que hicimos nosotros cruzando el primer puente!
Y para darse un baño después…
Si realizas la ruta en verano o primavera un día de bastante calor, seguro que te apetecerá bañarte en las aguas cristalinas del Turia. Pues bien, aunque en la ruta de los puentes de Chulilla no encontrarás pozas naturales fácilmente accesibles para el baño, te recomendamos que desde allí te desplaces a Bugarra. Se tarda unos 20 minutos en coche y ¡te pilla de camino de vuelta a Valencia!
En Bugarra se haya una de las mejores playas fluviales de la provincia, súper accesible, con parking, zona de merendero, sombras… Una delicia que encantará a los niños y os refrescará a todos con un chapuzón en las aguas del río, mucho menos frías que en otras latitudes. Para nosotros, la playa fluvial de Bugarra fue un descubrimiento que nos ha solucionado las tórridas tardes de verano cuando no nos apetece mancharnos de arena de playa. Pero este tema mejor me lo guardo para otro post… Mientras tanto, ¡disfrutad de Chulilla y sus alrededores!
Y si queréis conocer más rutas para hacer con niños en la provincia de Valencia, os recomendamos la guía «Excursiones para toda la familia a un paso de Valencia», elaborada por la web de senderismo en familia Wildkids, que publica libros de viajes familiares por toda la Península Ibérica. ¡Os sorprendera!
[…] Otra de las rutas en autocaravana que sin duda alguna merece la pena realizar es la ruta de los pueblos blancos de Cádiz. El nombre de la ruta se debe al color blanco de las viviendas de los pueblos que forman esta bella ruta. […]
[…] Al hilo del final del punto anterior: ojito con los niños más atrevidos. La ruta es preciosa, los puentes toda una experiencia y además luego puedes reponer fuerzas en el pueblo de Chulilla con una buena olla en familia (las hacen de invierno y de verano). Tienes más información sobre esta ruta de los puentes de Chulilla aquí […]