Existe un hotel en el que los pájaros revolotean de una estancia a otra. En ese hotel, caminas descalzo por suelos que emiten calor cuando hace frío. Y las ventanas te descubren el paisaje con el poder de un solo dedo. El hotel Masía la Torre esconde muchos secretos entre sus gruesos muros de piedra.
Lo primero que nos llamó la atención del hotel Masía la Torre, situado en Mora de Rubielos (Teruel), fue el contrase entre el respeto por la configuración de la antigua masía y el interiorismo absolutamente vanguardista. Nuestra habitación era un espacio contínuo entre dormitorio, baño y vestidor, con grandes ventanales al jardín y a la montaña. Muebles coordinados en madera con blanco, y textiles de Bassols (absoluta calidad). Sabéis que nos gustan especialmente los hoteles con encanto. En este caso, como cita su eslogan, es «extrañamente rural…» por la calidad de sus acabados y servicios en contraste con su trato familiar. Encantados como estábamos con la habitación nada más llegar, nos dispusimos inmediatamente a explorar el resto del hotel…
Lo segundo que nos sorprendió del hotel fue la circulación entre espacios. Espacios abiertos que van dando acceso a las habitaciones y zonas comunes. Subiendo hacia la torre que da nombre al establecimiento, encontramos varias zonas de relax, con sofás que invitaban a la lectura bajo una lámpara de pie. Once habitaciones distintas entre ellas y varias zonas donde relajarte con la familia o amigos.
El restaurante del hotel Masía la Torre merece mención aparte. Platos típicos de la zona con un toque muy personal y atrevido. Buenas materias primas, buenas recetas, y buen servicio en la sala. Vale la pena la visita al restaurante aunque no estés alojado en el hotel. Nosotros probamos los siguientes platos, que os recomendamos:
- Sopitas de ajo. La sopa se presenta en un cacito de metal con asa, muy casero
- Ensalada tibia de pasta con virutas de ibérico.
- Milhojas de ternasco con setas. Las mil hojas eran de finas capas de carne que se deshacían, mmmh…
- Helado de avellana
Cómo llegar al Hotel Masía La Torre
El hotel se ubica muy próximo a la carretera que va de Mora de Rubielos a Rubielos de Mora. Parece broma, pero es cierto que estos pueblos tan próximos tienen sus nombres a la inversa.
Esta carretera tiene aproximadamente 12 km. Si vas de Mora de Rubielos a Rubielos de Mora tienes el desvío a la derecha, un cartel amarillo, a los 2 km aprox. No tiene pérdida ya que el camino está bien señalizado. Y si llegas de noche, al entrar en la finca te guían unas farolas hasta la puerta.
Y para los curiosos, los pájaros que revolotean entre estancias no son reales. Forman parte de la acertada decoración, basada en ramas de árbol que sobresalen de las paredes, acordonadas en diferentes colores. Y sobre los muros, pájaros pintados que vuelan y se posan en las ramas, los cabeceros de las camas… un recurso que funciona como hilo conductor entre estancias, y que nos encantó.
Si vas a viajar con niños, consulta nuestro artículo con más ideas.
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Tengo que ir, ¡¡tengo que ir!! Parece una maravilla.
Muchas gracias por descubrírnoslo.
Un beso.
¡Gracias a ti por seguirnos!
[…] Pero hoy no vamos a perdernos por esos senderos; hoy vamos a probar la gastronomía que exhibe este hotel escondido: el restaurante del hotel Masía la […]